EL BAÑO CELTA DEL SOLSTICIO DE INVIERNO
Las mujeres Celtas al anochecer del día del solsticio de invierno cubrían sus cuerpos de hojas, ramas y flores de invierno, buscaban un remanso de algún río o un lugar de aguas quietas, y se bañaban en él. Cuenta la leyenda que, de manera misteriosa, aún en los lugares de aguas heladas, el hielo se derretía y las aguas se templaban en el sitio donde ellas cumplían con ese rito. Lentamente iban despojándose de las ramas y las flores como de un...