SEGURO QUE NO HAS PENSADO EN ELLO, PERO…
Para muchos de nosotros, el coche, es nuestra segunda casa. Pasamos en él, yendo de un lado a otro parte de nuestra jornada. Nos lleva y nos trae. Y en ocasiones, dentro de un coche, parados en medio de una arboleda o frente al mar, hemos organizados nuestros pensamientos, hemos aceptado errores y hemos tomada decisiones amparados por la intimidad y el cobijo que nos presta.
Por eso yo lo trato igual que trato a mi casa.
Alguno de mis amuletos está en él. En el retrovisor llevo desde hace mucho una pieza pequeña que es el símbolo de las siete diosas y en la guantera un piedra de obsidiana. Tú pon lo que te apetezca, pero es bueno que sea un espacio protegido para que vayas seguro en él.
Hay que tener especial cuidado en limpiarlo por dentro y por fuera con los mismos materiales que se usan para alejar de los espacios las malas energías, sobre todo las ruedas.
Se que no lo habías pensado.
Pero reconocerás que tiene lógica.
Y un último apunte.
Cuando cambies un coche viejo por uno nuevo, si el viejo no te dio problemas ni tuviste percances graves con él guarda, en la guantera del nuevo algo del antiguo, ese objeto hará la función de amuleto protector.
Esto me lo recomendó alguien que sabía mucho de estas cosas cuando cambie mi primer coche y desde entonces yo lo hago y recomiendo hacerlo.
Y (que el diablo sea sordo, como decía mi abuela cuando presumíamos de algo) en muchos años de carreteras y viajes nunca tuve ningún tropiezo.
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