LA LEYENDA DE ARIADNA Y EL REY ARTURO
Esta es una leyenda que encierra una enseñanza preciosa: el valor de la justicia, de la amistad y de la magia.
Habla de Ariadna, la Diosa de la Luna, y del Rey Arturo. De su encuentro. Es ya sabido que la Diosa de la Luna es la dueña de las almas. Y así lo creían los Druidas que la imaginaban como una hermosa dama vestida de blanco, erguida y poderosa, sobre la proa de una barca.
Sola. Envuelta en un círculo de luz que iluminaba todos los rincones a su paso. Una barquera que llegaba siempre un poco antes del amanecer para trasladar las almas de los muertos de una orilla a otra.
El pueblo Celta no temía a ese tránsito, porque junto a ella nada era de temer. Ni la angustia, ni el miedo podían caber en la compañía de la serena dueña del cielo, la única capaz de hacer girar la rueda de plata del universo. La hermosa señora de las mareas.
Cuenta la leyenda que fue Ariadna la que durante una de sus noches de Luna Nueva ayudó al rey Arturo a recuperar su honor, su destino y su espada. Arturo había sido herido de muerte y agonizaba tendido muy cerca del agua.
Ariadna se acercó a él, pero cuando se inclinó para abrazar su alma y conducirla hacia la barca que les esperaba, el levanto la mirada y ella vio en sus ojos, como en un espejo sin tiempo, todo lo que quedaba por hacer y todas las traiciones que le habían llevado a esa derrota.
Se arrodilló y con sus manos fue cerrando una a una todas las heridas, las de los puñales, las del desamor, las de la traición…
Cuando tuvo fuerzas para acompañarla, ella le condujo en su barca al centro del lago, allí conjuró a las ondinas. Y cuentan que estas rescataron del fondo la espada y la llevaron a la superficie, donde la mano de Arturo la blandió bajo la atenta mirada de Ariadna, que desde entonces fue, en secreto, la dama blanca a la que invocaba en todas sus contiendas .
Eso cuenta la leyenda…
Los Celtas pensaban que Ariadna podía navegar los mares y lagos, cruzar los cielos, pasear los bosques y esconderse por algunos días de la vista de los que la buscaban.
Y supieron que era así. Que había cuatro Lunas, cuatro espacios, cuatro verdades, cuatro tiempos y cuatro rostros de una misma deidad.
Por eso has de acudir a la Diosa Ariadna cuando se crucen personas que te traten mal o que ejerzan actitudes despóticas contra ti. Cuando necesites que ella intervenga para devolverte la razón que se te niega o resuelva a tu favor alguna injusticia que se haya cometido contra ti.
Basta con que prendas una vela plateada y la invoques pronunciando su nombre. Luego de nombrarla, cuéntale que clase de injusticia se esta cometiendo contigo y espera…
Confía en que, como ocurrió con el rey Arturo, ella cierre heridas y te conceda que la justicia, sea en el terreno que sea, esté de tu parte.
Bestriz
mayo 15, 2020 1:53 pmPreciosa historia de la Diosa Ariadna , muchas gracias por compartirla.
cosasdemeiga
mayo 19, 2020 11:29 pmGracias a ti Beatriz.
Monica
mayo 15, 2020 3:31 pmQué hermosa leyenda!!!! Y qué bien escrito, dan ganas de que no termine, de seguir leyendo. Me quedo con la enseñanza y con la ilusión de poder comunicarme con Ariadna y que como con el Rey Arturo, esté de mi parte. Un enorme abrazo y felicitaciones por el post.
cosasdemeiga
mayo 23, 2020 2:10 pmMuchísimas gracias Mónica. Un beso.