PREGUNTALE A LA BOLA DE CRISTAL…
Muchos ilustradores han representado a las brujas frente a una esfera de cristal, con la mirada fija en ella y haciendo suponer, por su actitud concentrada y atenta que, a través de ese cristal, están contemplando acontecimientos y situaciones insólitas.
Y esa imagen es muy acertada, porque el uso de la bola de cristal es uno de los métodos de adivinación, de origen Celta, más practicado por los druidas y los adivinos a lo largo de la historia. Aunque en su inicio no era de cristal, si no de berilo, un mineral muy apreciado por su transparencia.
Lo cierto es que este es uno de los métodos adivinatorios más atractivo y si consigues manejarlo bien, más útil.
El Tarot o las Runas aportan símbolos que abren un campo de sugerencias importante y desatan un mecanismo que hace que una vidente llegue a predecir hechos, situaciones muchas veces insospechados. Pero la bola de cristal es como un fondo marino, como un mundo donde la imaginación y la intuición navegan…
Lo que tal vez no sepas es los detalles de cómo debes utilizarla…
Has de colocarla sobre un paño blanco, rodeada de pequeños velones variados de todos los colores menos negro, marrón o gris, de manera que no sobresalgan de su medida. La colocación de los velones ha de ser de manera intuitiva, sin una predeterminación, y una vez decidida esa colocación no puedes variarla.
Lo más importante es poner detrás de la bola de cristal, a su misma altura, una cajita o una bandeja con arena. Siéntate cómodamente y sitúate de manera que tus ojos queden a la altura de la mitad de la bola y que a traes de ella veas la arena.
Formula una pregunta, mueve la arena con la mano derecha y mira fíjamente hacia el centro.
Un mundo de sugerencias te llegara de pronto. La impresión primera es la de un libro lleno de ilustraciones, de figuras y viñetas que te aportaran datos muy concretos de lo que acabas de preguntar.
Pero has de saber que no todo el mundo tiene la capacidad de intuición o la videncia para captar lo que la bola de cristal quiere decir…
Tal vez tú la tengas… ¿Quieres probar?
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