UNA PÓCIMA PARA AYUDAR EN LAS RELACIONES SOCIALES
En el mundo en que vivimos es algo importante que las relaciones personales, laborales o sentimentales, sean fluidas, y que nuestra manera de conectar con los demás en todos los terrenos nos resulte fácil.
Si, como se suele decir, “caemos bien”, o resultamos cercanos y atractivos para los demás, los canales de comunicación serán también más sencillos y nos entenderemos mejor con las personas con las que nos toque convivir en cualquiera de las parcelas de nuestra vida.
Esta es una receta muy antigua, que inicialmente era para el amor, pero que la hemos adaptado cambiando algunos de sus ingredientes para que nos ayude a abrir los canales de comunicación con los demás y hacer que nuestra aura atraiga la atención positiva y la simpatía de las personas con las que nos relaciones.
Al anochecer de un lunes de Luna Creciente, se pone en el mortero a partes iguales pétalos de rosa rojas, hojas de claveles del mismo color y unas hojitas de la planta del incienso. Hay que trabajarlo todo a fondo hasta que se fusionen unos ingredientes con otros.
Cuando esté lista la mezcla, se coloca en un recipiente ancho de barro y se cubre con una cucharada de esencia o aceite de violeta y cuatro de aceite de oliva.
Se toma el recipiente entre las manos, se eleva hasta la altura de los ojos y se pronuncia el conjuro de la Diosa:
“Dama de los sentimientos. Dama que despiertas el latido de vida.
Sin ti no existirían sentimientos ni emociones.
Destructora de la soledad y de la ausencia, dueña de los senderos de los bosques,
tú que confieres a la naturaleza la esencia de ser parte de ti misma,
concede a esta ofrende las virtudes necesarias p.ara a crear el amor perfecto bajo tu sombra protectora”
Se deja la pócima una hora bajo la luna creciente. Las horas mejores son de 22:00 a 23:00. Luego has de colar el líquido y guardarlo en una botella con tapón de corcho y opaca.
Esta pócima se utiliza de muchas maneras: unas gotas en una esponja en tu aseo personal al final de una ducha o de un baño, ungiendo velas verdes para prenderlas cuando algún asunto requiera de ese toque de simpatía, y para alguna gestión especial, puedes llevar un poco de la pócima como un perfume personal en las muñecas.
Te asombrarás de cómo funciona…
.
.
.
AÚN NO HAY COMENTARIOS