TOCAR MADERA
Seguramente, más de una vez has escuchado esa expresión: “Toca madera.”
Se suele decir para alejar lo negativo, para evitar males que suponemos cercanos, para desechar algún asunto cuando nos parece que sería portador de malos augurios.
Lo que no sé si sabes es que esa es una costumbre que tiene su origen en una creencia celta.
Los Celtas pensaban que los árboles están habitados por entidades mágicas, como las hadas, los duendes y los elfos, y para convocarlos se acercaban a los árboles y dando pequeños golpecitos sobre su corteza, trataban de llamar la atención de esas deidades.
La tradición dice que has de dar tres toques, suaves pero seguros, con la mano derecha y de inmediato contar aquello que te preocupar, dando por supuesto que los genios que habitan los árboles escuchan esas preocupaciones y van a ponerles remedio.
Ya sabes… Cada vez que algo te preocupe, te inquiete, o te llene de temor… “Toca madera”. Pero hazlo donde debes hacerlo, en un árbol.
Acércate a un árbol que te atraiga, da tres golpecitos en su corteza y empieza a hablar. Cuéntales a las entidades mágicas que lo habitan lo que necesitas de ellas y pídeles que te ayuden a resolver lo que te está preocupando.
Sentirás su presencia y una paz muy especial te llegará de repente.
Antes de irte, abraza el tronco del árbol con un abrazo intenso y cálido.
Yo lo hago muchas veces y siempre, siempre, me ha funcionado muy bien.
(La ilustración, que me parece preciosa, es de Charles Wildbank.)
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