SOLSTICIO DE VERANO. LA NOCHE DEL FUEGO.
En la cultura Celta, las hogueras encendidas son el símbolo de la Diosa Dana, la diosa del Sol, de la Fuerza, de la Vida y del Éxito.
Tienen, como fin, invocar a esa importante deidad y solicitar su ayuda para conseguir varios propósitos, protegernos de las agresiones de nuestros enemigos, y atraer la suerte, la salud y la prosperidad.
Los rituales de la noche del solsticio de verano giran, por lo tanto, alrededor del Fuego y son muy amplios. En ellos se combina la influencia de la Diosa del Sol, que es sin duda la protagonista del Solsticio, con la de la Diosa de la Luna y otras deidades.
Pero si no puedes hacer rituales completos para celebrar esta fiesta y quieres unirte a ella, debes encender en algún rincón de tu casa una lumbre pequeña con un puñado de hierbas de la diosa, humedecidas con alcohol.
Por ejemplo, unas hojas de laurel, que son fáciles de conseguir, son un buen recurso y para completar, aunque no es imprescindible, es bueno echar una pizca de incienso al fuego.
Cuando la hoguera este bien prendida has de dirigirte a Dana con estas palabras:
“Te invoco, Dana, mi Diosa del Fuego, para que me protejas, a mí a los míos de todo mal. Ilumínanos con tu sabiduría, danos la intuición de distinguir lo bueno de lo malo.
Ayúdanos a conseguir que nuestros enemigos sean desterrados y nuestros caminos se abran al éxito y a la felicidad.
Que así sea, que así sea, que así sea.”
No dejes pasar la ocasión de integrarte una vez más, en nuestro universo, en el universo de la Magia Celta.
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