RITUAL DE LA FIESTA DE LA COSECHA
El 1 de agosto, los celtas, celebramos la fiesta de la cosecha. Una fiesta que se alarga durante algunos días más y en la que, según nuestras tradiciones, invocamos a la Diosa Navia, para agradecer su presencia en nuestras vidas.
Es el momento de recoger los frutos que hemos sembrado y cuidado. Y la época del año en la que debemos dar las gracias a la Diosa de la abundancia por su ayuda y pedirle, a la vez, que siga respaldando nuestras iniciativas y convierta en éxito los esfuerzos realizados. Por medio de esta fiesta, pedimos a Navia que nos ayude a alcanzar las metas que nos proponemos, enderece nuestros caminos apartando de nosotros todo que nos ata y nos impide avanzar, ya sean personas, situaciones o incluso nuestros propios miedos y traumas.
Es una celebración familiar. Todos los miembros de la familia deberían participar en las peticiones de ayuda, protección y suerte, pero si no es posible, puedes representarlos poniendo en el altar que prepares algo que los simbolice, lo más sencillo es una fotografía.
Este es el ritual celta de Lammas que hemos preparado para que celebres esta fiesta como nosotros la celebramos.
NECESITAS:
– SEMILLAS, que pueden ser de trigo, maíz, de arroz… Unas pocas lentejas pueden servirte o, como las que yo usaré, semillas de lino doradas.
– VELÓN dorado o naranja, que simboliza la madurez de las espigas.
– DETALLES AZULES, para representar con ellos a la Diosa Navia: lazos, cristales y recipientes de ese color.
– Un CARBONCILLO y una pizca de INCIENSO DE SÁNDALO.
Y CON ESO PUEDES HACER ESTA CEREMONIA, PERO…
Si lo tienes, es magnífico añadir ramitas de albahaca (una de las plantas favorita de Navia), flores naranjas y lo más importarte, si puedes conseguirlo: espigas…
ESTOS SON LOS PASOS QUE HAS DE DAR… LAS VERDADERAS PROTAGONISTAS SON LAS SEMILLAS Y LAS ESPIGAS.
Debes poner un puñado de semillas como base en el platillo donde vas a colocar el velón. Luego, todo lo que puedas tener del color de la diosa: flores, piedras…
Las espigas, si las consigues, átalas con lazos azules. Están destinadas a ser repartidas después del ritual a las personas que tu quieras o que te lo soliciten, como hago yo. Esas espigas se convierten en un símbolo que atrae a los hogares la abundancia y la prosperidad.
Delante un quemador con el carboncillo en brasa.
A partir de las doce de la noche del día 31, prende el velón. Echa una pizca de incienso de sándalo al carboncillo y di el conjuro:
“En este tiempo de cosecha, en el que la naturaleza nos da todo aquello que necesitamos para sobrevivir, porque así es vuestro mandato.
Agradecemos los bienes que nos habéis concedido hasta el día de hoy y rogamos que nunca falten en nuestras mesas el alimento para nuestro cuerpo, ni todos los bienes que sostienen nuestras almas.
Que así sea. Que así sea. Que así sea.”
Al terminar este conjuro, si tienes alguna petición especifica que hacer, como pedir trabajo para alguien o que se resuelva algún apuro económico, haz un resumen de ello y solicita ayuda para ese tema concreto. Puedes escribirlo antes en un papel y leerlo en ese momento. Luego dóblalo y déjalo al pie de las velas. Cuando se estén terminando, quema el papel en ellas.
DEJA UN BUEN RATO PRENDIDO EL VELÓN…
Luego lo apagas y lo enciendes cada vez que necesites que la Diosa Navia te ayude en alguna cuestión de trabajo o economía.
Las semillas has de aventarlas. Echarlas al aire desde un sitio alto. Un puente, un piso alto, un monte…
Lo dejo a tu criterio, pero es muy eficaz hacerlo.
Espero que este sencillo ritual os traiga prosperidad, abundancia y suerte.
Que nunca falte en vuestro hogar lo necesario. Ese es mi deseo y mi petición para cada uno de los miembros de este aquelarre mágico.
AÚN NO HAY COMENTARIOS