MI CÍRCULO DE LOS CUATRO ELEMENTOS
¿Círculo de los cuatro elementos o corona de adviento?
Durante la celebración del solsticio de invierno, los celtas preparaban en algún rincón de su hogar una corona elaborada con ramas de alguno de los árboles sagrados, los más utilizados para esa ocasión eran el pino, el abeto, el acebo o la hiedra…
En el centro de círculo, para convocar a las entidades mágicas que residen en los cuatro elementos, colocaban sus símbolos. De esa manera les invitaban a participar en la fiesta y, a la vez, les comprometían para que, durante el año que estaba a punto de comenzar, siguieran cuidando de los habitantes de esa casa y ayudándoles en todo.
Esa tradición, que tiene una antigüedad de más de cinco mil años, ha sido muy imitada por culturas que llegarán más tarde. La Iglesia católica la adapto a sus creencias y la bautizó con el nombre de “corona de adviento”.
Para los celtas siempre ha sido y siempre será “el círculo de los cuatro elementos”.
En alguna ocasión ya hemos hablado de cómo hacerlo: coloca las ramas que hayas elegido formando un círculo y para representar a las entidades mágicas a las que quieres convocar, lo más fácil es utilizar las velas de su color:
- Velón violeta, para los genios del Aire.
- Velón rojo, para los genios de Fuego.
- Velón verde, para los genios del Agua
- Velón azul, para los genios de la Tierra.
Este es mi círculo de los cuatro elementos de este año. Está situado frente a una ventana que se abre al este porque, en esta ocasión, quiero que las hadas y los silfos, los genios del Aire tenga un protagonismo especial.
Además de la salud, el amor y la amistad, y tener lo suficiente para salir adelante que aportan los genios de las otras tres Atalayas, para mí, razonar, tener equilibrio, dejar de lado los miedos y las ansiedades y seguir luchando por alcanzar nuestras metas y nuestros sueños, es algo que tiene prioridad.
Es una tradición muy fácil de hacer y muy aconsejable. Aquí te dejo el mío…
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