LOS GENIOS DE LAS CUATRO ATALAYAS
Lo primero que debe saber una aprendiz de bruja celta, es que existen en la naturaleza fuerzas extraordinarias creadas por los Dioses a nuestro servicio.
Esas fuerzas residen en los cuatro elementos esenciales para la vida humana: el aire, el agua, la tierra y el fuego. Y habitan las cuatro Atalayas.
Son las intermediarias entre el hombre y los Dioses para los asuntos cotidianos, para aquellas cuestiones que no tengan demasiada transcendencia.
Por decírtelo de una manera entendible, a los Dioses se les pide que nos ayuden en cuestiones difíciles, en asuntos que no tienen, aparentemente, una salida. A los elementales se les encargan los problemas y cuestiones que solo necesitan un poco de ayuda para salir bien.
Yo tengo, en un rincón de mi jardín, sobre una piedra de molino, los símbolos que los representan. Y allí acudo casi a diario para encomendarles las pequeñas cosas del día. Esas cosas menudas que ellos pueden resolver sin tener que molestar a las deidades superiores.
Sé, porque así me lo contaron y así quiero contártelo hoy, que…
Los Genios del Aire, están en la Atalaya del Este y son los silfos y las hadas. Su tarea es la de cuidar de los pensamientos, las ideas y los sueños de los seres humanos. De ellos dependemos para tener estabilidad emocional, alejar las angustias, los miedos, la depresión. Son los mejores aliados de los estudiantes y de todas las personas que necesiten tener la mente despejada y clara.
Los Genios del Agua, las Ondinas, habitan la Atalaya del Oeste. Nuestras emociones y sentimientos dependen de ellas, son las encargadas de que nuestros caminos y nuestras vidas estén llenas de amor. Estos genios pueden conseguir que tengamos el apoyo de la gente que nos rodea, que las personas que vamos tratando nos respeten y nos quieran.
Los Genios del Fuego son las salamandras. A ellas les corresponde la Atalaya que está orientada al Sur. Son las encargadas de darnos fuerza, salud y la resistencia contra todos los males. Hay que recurrir a estos genios para obtener la energía que nos ayude a salir de las enfermedades o rechazarlas y el blindaje ante las pruebas que se vayan presentando.
Los Genios de la Tierra tienen su sitio en el Norte, en un lugar despoblado de alguna montaña. Son los gnomos, que rigen, obedeciendo los mandatos de sus Diosas, todo el mundo de los bienes materiales. A ellos les debemos nuestro sustento diario. Los poderes de la tierra propician el trabajo y la economía.
Puedes convocarlos a diario cuando necesites ayuda para asuntos menores.
Has de hacerlo a través de sus símbolos.
El Aire, con el humo del incienso.
El Fuego, con pequeñas hogueras con ramas de árboles celtas.
El Agua, a través de una copa de agua o cáliz. La Tierra, con un platillo de sal en el que se le marca la espiral celta.
Este es solo un resumen del capítulo dedicado a los Genios de las cuatro Atalayas en mi libro “Secretos de una bruja celta”.
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