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LOS DUENDES DEL HOGAR

Dicen que a los duendes les encanta verse representados en los hogares de los humanos, por eso es muy interesante tener en un lugar preferente un dibujo o una figura de duende al que hay que bautizar con un nombre corto y sonoro.

Es también conocido de todos que a los duendes les entusiasma el dinero y contar. Así que cerca de la representación del duende es bueno colocar un platillo con monedas de curso legal.

Dice la leyenda, que los duendes cuentan y recuentan esas monedas y mientras lo hacen las multiplican y al mismo tiempo multiplican tu economía.

Aseguran también que a los duendes les gusta presumir de ser cultos y exquisitos, por eso duermen en medio de los libros, para absorber de ellos durante el sueño los conocimientos de los que luego alardean.

A veces, los duendes, tratan de hacerse notar y ponen a prueba tu temple con sus travesuras. Estas suelen ser sencillas y nada trascendentes, como hacerte olvidar una cita, poner pequeños obstáculos en tus quehaceres diarios, e incluso esconderte cosas.

Cuando notas esto, debes hablar con los duendes de tu casa con tranquilidad y ternura, diciéndoles lo mal que te encuentras con esas cosas y haciéndoles algún encargo positivo que los entretenga.

Esto me contaron hace mucho tiempo…

Nunca supe si era ficción, o era de esas leyendas que tienen siempre un fondo de razón, un mucho de verdad.

Y por si acaso, yo hablo con mis duendes, les pongo las monedas y les dejo abierta la cestita de frutos secos en mi alacena. Que ellos dispongan, a su gusto, sobre todo de las avellanas y de las nueces, que son sus preferidas.

Nunca cuento cuantas avellanas, o cuantas nueces hay, pero yo diría que cuando al día siguiente voy a verla, la cestilla esta menos llena…