LAS PALOMAS EN LA MAGIA
Los Celtas pensaban que algunos animales, en especial las aves pequeñas, tenían la facultad de librar a los humanos de muchos males absorbiendo de ellos las negatividades y llevándose lejos los celos, los odios o la enfermedad.
En muchos ritos de sanación, los Druidas, utilizaban palomas a las que transferían el daño humano. Tenían la firme creencia de que, con el ritual adecuado, podían conseguir que esa ave se llevara lejos la enfermedad e incluso la muerte.
Hay muchos rituales de sanación que seguimos practicando en la actualidad que incluyen a esa pequeña ave. El ritual de curación más habitual consiste en formar un círculo, orientado a las cuatro Atalayas y rodeado de nueve velones blancos encendidos. En medio del círculo puede estar la persona enferma o si no es posible su presencia física, algo que la represente: una ropa, cabellos, uñas… Algo de su cuerpo que contenga su vibración.
Después de conjurar a la enfermedad pasando la paloma sobre la persona enferma o su símbolo, ha de darse nueve vueltas al círculo apagando a cada vuelta una de las velas y diciendo el conjunto que corresponde.
El ritual es algo complejo para explicarlo aquí. Solo quiero deciros que en la tradición, después de realizarlo, la Meiga ha de ir al amanecer a un lugar alto para soltar la paloma y hacer así que el daño que ha recogido se vaya lejos. Si la paloma levanta el vuelo y se aleja es muy buena señal. Si se queda o se posa cerca hay que repetir la experiencia con una paloma diferente, siempre blanca.
(La ilustracion es de Elizbieta Moziro.)
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