LA PROTECCIÓN PARA NUESTROS ANIMALES
Estoy muy segura de que hay un cielo a donde van los animales.
Nadie me convencerá de lo contrario.
Muchas veces he compartido con todos vosotros la ternura, la compañía y el amor que me han dado, que nos dan esos compañeros increíbles que parecen entender más que nadie nuestra alegría o nuestra tristeza.
Los perros, por ejemplo, son verdaderos protectores contra enemigos, visibles e invisibles. Pero eso no es lo que quiero contar hoy.
Hoy quiero deciros que igual que pienso que hay un cielo para ellos, pienso que tienen algún ángel que les protege y les cuida. Hasta donde puede, claro. Que hay seres humanos terribles que desafían a los Dioses y a los ángeles, maltratándolos.
Os aconsejo que los tengáis siempre –ademas de con la chapita de su nombre y vuestro numero de teléfono, que eso es imprescindible- con algún rechaza daño, o algún amuleto en su collar, para que os los mantengan a salvo.
Los míos, por si os sirve de orientación, llevan un pantáculo universal, un tetragramaton pequeñito, que sé que los ha librado de algunos peligros…
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