LLUVIA DE ESTRELLA Y LUNA LLENA
No sé si a ti también te gusta mirar al cielo…
A mí me encanta, sobre todo en las noches de verano cuando la luna llena ilumina todos los caminos. Me emociona pensar que, esa luna redonda y brillante, es un punto de encuentro para muchas miradas, para muchos pensamientos que coinciden y se agrupan en torno a ella.
Ya sabes que la luna es igual para todos. Es de las pocas cosas que no importa en qué lugar del mundo estés, ni en que hemisferio, las lunaciones son comunes para todos los espacios, para todos los rincones del planeta.
Tengo que contarte que, en esta ocasión, la luna llena de agosto se produce al mismo tiempo que otro acontecimiento muy importante: la lluvia de estrellas.
En los días 12 y 13 de agosto Ariadna estará (así la imagino yo) en plena actividad moviéndose de un lado a otro en el arco de cielo y atendiendo a nuestras miradas, a nuestros deseos, conmovida por nuestra fe en ella.
Dicen los astrónomos que es difícil ver estrellas fugaces bajo la luna llena, porque su brillo oculta la estela luminosa de los meteoros… Aunque así sea, si la noche y el clima lo permite, yo estaré ahí, con mi vela blanca y mi ramito de romero y alguna rosa, para que la diosa de la luna me escuche y para pedir, cada vez que una estrella fugaz, aunque desdibujada por la luna, cruce el espacio nocturno, algún deseo, alguna vieja ilusión que aun quede por cumplir…
Todo, menos dejar de soñar. Todo, menor dejar de creer…
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