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EPONA, LA DIOSA CELTA DE LA PROTECCIÓN CONTRA ENEMIGOS.

Según la tradición celta, Epona reside en el Norte y el sábado es el día en que podemos solicitar de ella que nos libre de los enemigos, aparte las malas vibraciones, la envidia, los celos y limpie nuestro entono de energías negativas.

Ella es la única diosa que se puede evocar en ese día y siempre como defensa a los ataques del mal.

Podemos buscar su apoyo y protección:

Poniendo platillos con hojas de ruda mezcladas con semillas de enebro en su Atalaya que es el Norte (el Norte de las casas o lugares). Evaporando en esencieros unas gotas de su esencia en agua. O prendiendo varillas de su incienso.

Nunca debemos hacer hogueras ni rituales complejos o intensos en sábado, el día de la Diosa Epona, sólo pequeños ademanes o pequeñas ofrendas que atraigan hacia nuestra vida su atención.

Y lo más importante, si quieres proteger tus espacios o a ti mismo, debes tener alguna de sus piedras rechaza daños. Las piedras negras más poderosas: la obsidiana negra, la turmalina, el azabache o el prodigioso ojo de tigre, mi favorito.