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RECETA DE LA ABUELA: EL AMIGO IMAGINARIO

Es posible que te haya ocurrido alguna vez siendo muy pequeño.

O que no te hay pasado nunca.

O que te haya pasado, pero que tu memoria consciente haya desterrado a aquel amigo invisible que te acompañaba y te hacía sentir protegido.

Mi abuela decía que:

Cuando un niño o niña te dice que hay alguien en su habitación, alguien a quien tu no ves, o habla solo pero cuando le preguntas con quien está charlando te dice muy serio “con mi amigo”, e incluso añade el nombre de ese amigo, no te asombres, ni te alarmes, es algo natural en los niños pequeños, ver y convivir con entidades y seres descarnados.

Esa es una facultad que tienen, en mayor o menor medida, todos los niños y niñas, y que con el tiempo va apagándose y perdiéndose. Sólo en unos pocos casos se mantiene intacta.

Esta capacidad no es dañina. Y esas entidades no son maléficas. Si dejas que él te cuente verás que suelen ser niños como él, o ancianos, esos personajes que vienen a jugar y a compartir con quien saben que puede verlos y entenderlos.

Mi abuela insistía en que esos seres nunca hacen daño, los espíritus no hacen daño a nadie. Son los vivos los peligrosos y con el tiempo, además de en otras muchas cosas, descubrí que mi abuela, también en esto tenía razón…

(La ilustración una pintura de William-Adolphe Bouguereau)