EL ÁRBOL DEL AMOR
Saúco significa fuego, y ese es el nombre del árbol que los celtas respetaban y temían por la firme creencia de que estaba habitado por las más poderosas hadas y por los elfos, genios del aire y regentes de los pensamientos y la creatividad. Jamás se acercaban a él después de que hubiera anochecido y nunca cortaban ni una sola de sus ramas, ni recogían sus bayas ni sus frutos, sin disculparse y sin pedir permiso a esas entidades, ofreciéndoles siempre...